- Lavar el pie con agua y jabón, secar muy piel la piel sana y entre los dedos.
- Introducir un hisopo para comprobar la profundidad y tejidos afectados.
- Fundamental el desbridaje inicial y continuado de la lesión, eliminando hiperqueratosis, tejido necrótico y si lo hay, el foco infeccioso "flemón diabético" dejándolo abierto para drenaje.
- Tomar cultivo del exudado mediante aspiración o biopsia, para el adecuado y necesario tratamiento antibiótico sistémico.
- Curas frecuentes, continuando el desbridaje de tejidos no viables y haciendo en los primeros dias lavados a fondo con antisepticos (polihexanida-betaina PHMB) de los tejidos abiertos con elevada carga bacteriana, explorando y drenando posibles nuevos focos infecciosos.Existe evidencia de la efectividad de los apositos con plata y de la PHMB en la reducción de la carga bacteriana en heridas con colonización crítica, infección oculta o retraso en la cicatrización.
- No usar apósitos hidrocoloides ante signos o sospecha de infeccion local.
- El uso de pomadas enzimaticas, los hidrogeles y el gel de polihexanida, facilitan el desbridamiento químico.
- En lesiones infectadas muy exudativas. pueden usarse productos no oclusivos como los alginatos, la hidrofibra de hidrocoloide con plata, el cadexómero yodado, soluciones super oxidadas o los apósitos de plata nanocristalina o las mallas de carbon activado y plata. Productos con alta capacidad de absorción y propiedades antimicrobianas.
- Una vez tengamos abundante tejido sano, ser menos agresivo y usar productos que mantengan un medio humedo que favorezca la cicatrizacion total.
- Hacer radiografia del pie para descartar de osteomielitis.
- Evitar el apoyo de la zona del pie afectada.
- Tratar el dolor si lo hay.
- Evitar el edema del miembro.
- Hidratar frecuentemente la piel sana
- Un adecuado control de la diabetes.
- El estudio y tratamiento del flujo arterial.
- El desbridamiento y curetaje adecuado de la lesión.
- Descarga adecuada de la zona.
- Descartar y tratar la infección.
- Por su importancia, detallaremos estas medidas sobre la infección. Pueden estar ausentes los signos de afectación sistémica: fiebre, escalofríos, leucocitosis, etc., pero cuando están presentes indican una infección de mayor severidad.
- El diagnóstico de infección se basa en los signos locales de infección: Celulitis, linfangitis, crepitación, afectación ósea, exudado purulento, fetidez, profundidad, fístulas, gangrena...
- La presencia de dolor o disconfort en una úlcera neuropática previamente indolora es muy sugestiva del establecimiento de una infección.
- La visualización del hueso o su palpación con sonda a través de la úlcera es altamente sugestiva de osteomielitis.
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